Un hotel acogedor en un edificio del siglo XIV, ideal para explorar la belleza natural del Etna y el Valle de Alcántara. La comida del restaurante es riquísima, ¡me encantaron los vinos de la zona!

La señal del Wi-Fi era tan escasa que parecía que estaba buscando un tesoro perdido.

un lugar mágico donde la familia y la hospitalidad hacen la diferencia en cada rincón del hotel

Esta experiencia fue increíble. El hotel estaba muy limpio, la comida deliciosa y la atención del personal hizo que nos sintiéramos como en casa. Además, pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares del valle mientras desayunábamos.

Las habitaciones son tan amplias y elegantes que me sentí como si hubiera sido invitado a una fiesta en una mansión antigua. La cena en el restaurante fue como un viaje gastronómico por Sicilia, especialmente la pasta con pesto de pistacho que hizo que mis papilas gustativas hicieran palmas de alegría.

Wi-Fi inestable

Todo increíble! Habitaciones amplias y luminosas, decoración acogedora, atención del personal excepcional.

Las vistas son impresionantes! ! El personal es muy amable y servicial. El desayuno, con opciones ricas y variadas, fue un gran inicio para el día. La ubicación es tranquila, justo a un costado de la plaza principal.

El Wi-Fi podría ser mejor en las habitaciones.

Unha estancia moi agradable. Habitacións amplas e limpas, con vistas espectaculares. O trato do persoal quenta o corazón, parece que te reciben como a un amigo. Desayuno variado para comezar o día con enerxía. A localización, ideal para explorar o entorno, un verdadeiro achado!

Una joya escondida en Sicilia

Me encantó despertarme cada mañana con vistas al valle y el majestuoso Etna. Los sabores auténticos de la cena fueron inolvidables, especialmente la pasta con pesto de pistacho.

Aunque el Wi-Fi era un poco inconsistente en la habitación, eso no afectó mi tiempo en el hotel. La búsqueda inicial del lugar fue complicada, pero una vez allí, todo fue perfecto.

Las vistas desde la habitación son realmente impresionantes, y el ambiente del hotel me hizo sentir como si estuviera en un lugar histórico. El pescado ahumado del restaurante fue excepcional, un auténtico deleite. Sin embargo, el Wi-Fi era inestable y dificultaba la conexión en la habitación, lo que fue frustrante. Además, la limpieza podría mejorar, ya que noté que algunos rincones estaban descuidados. Por último, el desayuno podría ofrecer más opciones para quienes prefieren un inicio más contundente en la mañana.